Un Paso Más Cerca

Irina había esperado a Markus hasta el anochecer para poder ir juntos a la casa y que él no tuviera que valerse solo sin el automóvil ya que siempre le decía a ella que se lo llevara.
Estaban saliendo cuando las sirenas de dos ambulancias sonaron alertando al personal, ella giró su rostro buscando la mirada de Markus y éste muy a su pesar se disculpó antes de besarle la mejilla y salir casi corriendo, a su espalda le gritó que le avisara y vendría por él cuando terminara, él simplemente levantó su mano y soltó su maletín cerca de unas enfermeras que lo alzaron para resguardarlo.

Salió de la clínica y fue hacia el auto aparcado en el sector del personal, lo puso en marcha y fue hacia la casa, de camino pasó por el mercado de 24 hs por víveres y alimento para su gato.

[En la casa]

Había conseguido entrar a la casa sin forzar la cerradura que daba a la playa, la oscuridad de la noche habían servido de camuflaje por lo que nadie lo notó, además de que np tenían casas pegadas sino que cada una estaba rodeada de jardín y arena.
Al entrar fue directo a la habitación y miró todo a su paso, caminaba lento y tranquilo como si tuviera todo el tiempo del mundo.
Por un instante se sentó en la cama y acaricio la ropa de cama, su sigilo hacían que nada pareciera movido o fiera de su lugar, su nombre de fantasma no lo había recibido por nada.
Con la mirada recorrió las fotografías, sus pertenencias distribuidas por la habitación hasta que noto la ropa de hombre sobre la cama, frunció el ceño y arrugo su cara asqueado, se puso de pie y fue al armario, al abrirlo su perfume invadió sus pulmones, se acercó a la ropa y la olió profundamente notando enseguida esa molestia en su entrepierna que tuvo que acomodar casi con dolor.
Estaba por tomar una prenda cuando unas luces reflectoras iluminaron la habitación, al girar vio un auto aparcar en la entrada,

<Has llegado gatita.>

[De camino a casa]

Cerca de una hora mas tarde se detenía en el sendero donde estacionaban el auto al lado de la casa, bajó y tomó su bolso y las bolsas de víveres, cerró el auto con la alarma que pitó asegurando las puertas y se encaminó a la entrada, al llegar buscó las llaves y abrió, metió su mano para encender la luz pero no obtuvo respuesta, movió la ficha de arriba hacia abajo sin obtener resultado, <Rayos> maldijo en su lengua y dejo las bolsas en la mesa de la entrada, antes de entrar agudizó su oído pero nada extraño le anunció que pasara algo.
La casa estaba en penumbras, le envió un mensaje a Markus para que le indicara donde estaba el generador recordó la emergencia y decidió buscarlo ella misma, con ayuda de su móvil con linterna fue al sótano en busca del interruptor, un ruido cercano la alertó e hizo que se tensara, se inclinó y tomó su cuchillo de la tobillera y comenzó a bajar, ya casi llegaba cuando su gato se cruzo maullando al salir corriendo haciendo que casi muriera de un infarto, <Sacha! Maldito gato!> gritó, llegó al final de la escalera y unos pasos mas adelante se encontró con el interruptor, estaba en apagado, seguramente alguna suba de tensión lo había activado.

Finalmente consiguió dar luz a la casa y subió a ordenar las compras, una vez terminada fue a si habitación y buscó ropa para cambiarse luego de darse un baño y mantenerse alerta por si el Doc llamaba por el aventón.
Abrió los grifos y templó el agua, dejó caer su ropa y se metió dentro comenzando su baño.

[Lejos pero cerca]

Había logrado salir de la casa luego de que ella tomara su ropa y se metiera en la ducha, aun no estaba todo listo para su misión casi personal, se quedó oculto entre los arbustos del patio trasero mientras veía como la rubia se despojaba de su ropa y comenzaba a bañarse, el vidrio no era del todo transparente pero su Silueta era inconfundible, se había aprendido sus curvas de memoria en sus tiempos de bailarina en el club nocturno en Rusia.

Su móvil vibró en su bolsillo y lo sacó leyendo el mensaje, una sonrisa ladeada se dibujo en su rostro mientras asentía con la cabeza regresando su vista a esa ventana empañada.