Misión Makarov: un año atrás

Tras meses y meses de solicitarlo y demostrarse capaz para el trabajo logró que su superior autorizara que trabajara para el caso de Lev Makarov, uno de los hombres mas ricos y poderosos de Rusia, se sabía a ciencia cierta que sus empresas eran solo una tapadera para la verdadera fuente de su fortuna, tráfico de armas, drogas eran solo una parte, había llegado a oídos de las autoridades que la trata de blancas se había convertido en el nuevo negocio, debían detenerlo y para ello había que reunir pruebas. No era trabajo simple, el cuerpo de justicia o parte de este también estaba comprado por lo que debían recurrir al grupo especial de agentes.

Irina, huérfana desde los once años había sido llevaba a unas instalaciones desconocidas donde fue entrenada duramente junto a otros niños y jóvenes sin saber para o porque. Con los años había conseguido averiguar que su padre había pertenecido a dicho grupo especial y caído en misión, o al menos es lo último que se había sabido de él, una vez fuera y en misión sabían que estaban solos...

[...]

—они по своему усмотрению, заботиться - dijo su superior antes de dejarla en la habitación de hotel donde iban a recogerla. Ya estaba casi lista, durante algunos meses había seguido de cerca los movimientos de Makarov, un hombre de avanzada edad con gustos particulares, sobre todo por jovencitas morenas, se decía que le gustaba solo mirar y de alguna manera tenía que entrar en su terreno, por lo que Irina se había presentado en uno de los clubes que éste frecuentaba y poco a poco se hizo notar consiguiendo que finalmente pidiera por ella.

Ahora la quería solo para él y no verla trabajar en el club por lo que se habían hecho los arreglos pertinentes y esta noche pasarían por ella para llevarla a la mansión. Un golpe en la puerta le anunció su llegada, al abrirla se encontró con cuatro hombres enormes vestidos de traje.

—Я готов к Mr. Makarov - tres de ellos no demoraron en ingresar y registrar el lugar y por supuesto a ella en busca de armas o micrófonos, una vez realizado le señalaron la puerta y la escoltaron siguiéndola de cerca. Había conseguido entrar, ahora tan solo restaba mantenerse con vida.